• Últimos ánodos de cobre de la fundición ubicada en Paipote se producirán el viernes 23 de febrero.

Debido a la falta de suministro de concentrado, cuya venta suspendieron las dos mayores proveedoras de la Empresa Nacional de Minería (ENAMI), la firma estatal tendrá que paralizar las operaciones de su fundición ubicada en Paipote.

A fines de la semana pasada, las mineras proveedoras informaron a la ENAMI su decisión de poner término al abastecimiento de concentrados de cobre para la Fundición Hernán Videla Lira (FHVL), argumentando falta de pagos y liquidaciones por la venta de dichos materiales.

La decisión de estas empresas -que aportaban casi el 80% del abastecimiento de concentrados del plantel- significa que no hay más stock por fundir desde el 22 de febrero de 2024 en la FHVL, lo que implica adelantar el cese operacional programado originalmente para abril.

Es así que el viernes 23 de febrero serán producidos los últimos ánodos en la histórica fundición de ENAMI ubicada en Paipote.

“Este es un día histórico para ENAMI porque es el último en que Paipote estará en operaciones. Lamentablemente nos vimos forzados a anticipar la paralización porque el stock no es suficiente para seguir fundiendo. Lo que nos proveen los pequeños productores no alcanza para mantener funcionando el plantel, pero mantenemos nuestro compromiso de que se les seguirá comprando el mineral que traen a nuestras plantas”, indicó el vicepresidente ejecutivo de la estatal, Iván Mlynarz.

Con esto, la fundición entrará a una fase de mantención extendida de sus instalaciones, en el marco del plan de transición presentado por la administración y aprobado por el directorio de ENAMI.

En este contexto de cambios, Mlynarz reiteró el mensaje de tranquilidad desde ENAMI hacia sus trabajadoras y trabajadores. “La empresa se encuentra abocada a buscar las mejores condiciones para su salida. Por ello es importante dialogar con los sindicatos a quienes reiteramos la invitación a conversar, para trabajar en esta nueva etapa”, enfatizó.

La paralización temporal de las operaciones en la FHVL es una medida necesaria para viabilizar el proceso de modernización del plantel, asegurando así la sostenibilidad de la compañía en su conjunto, así como también para seguir cumpliendo en forma inalterada su política de fomento hacia la pequeña minería y para ofrecer a Atacama una fundición ambientalmente responsable con sus comunidades y las futuras generaciones.