Cuando el presidente Gabriel Boric anunció la aprobación del presupuesto 2024 nos alegró constatar que nuestro gobierno puso el foco en la mayor urgencia que tenemos quienes habitamos la provincia de Chañaral, como en el resto de la región de Atacama, que es garantizar mayor seguridad a las personas, tanto en materia de seguridad pública, como en seguridad económica y social.
La primera señal es que un 5,7% de todo el presupuesto nacional será destinado a Seguridad Pública. Esto representa el mayor aumento de los últimos 8 años para este foco, que se verá reflejado en nuevos recursos, como por ejemplo más de 1.000 vehículos policiales en el país, que se sumarán a los ya entregados este año en las comunas de Diego de Almagro y de Chañaral. Gracias a estos aportes, las policías podrán contar con mejores y mayores herramientas para la lucha contra la delincuencia, que por estos días en nuestras costas, debe ser reforzada con el funcionamiento – durante el periodo estival – de un retén temporal que Carabineros instala a un costado de la carretera, cerca de la bahía de Flamenco. Sólo como referencia, el presupuesto para la policía uniformada se incrementará en $19.153 millones en 2024, lo que permitirá aumentar la dotación, adquirir equipamiento y la reposición del parque vehicular especializado.
Respecto de la seguridad económica, seguimos trabajando con responsabilidad para superar la compleja situación que heredamos de la pandemia y podemos decir que en 2024, Chile volverá a crecer. Las señales son claras, redujimos la pobreza a sus mínimos históricos y logramos bajar la inflación a un 5% anual, muy lejos del 14,1% que tuvimos el año pasado. Pero también sabemos que las cifras macroeconómicas no representan la realidad de los hogares de Inca de Oro, El Salado, Chañaral o Diego de Almagro, cuyos habitantes tienen legítimas expectativas de empleo en algunas de las empresas que operan en la zona. Por eso, nos reconforta observar que Atacama creció un 9% en el PIB Nacional y que, en términos de inversión pública y privada, nuestra provincia lidera el ranking regional, con iniciativas como el Rajo Inca de Codelco Salvador, que para su construcción y operación ha considerado 3.300 puestos de trabajo.
No obstante estos avances sabemos que aún existen brechas en materia de seguridad social, que en territorios como los nuestros – aislados geográficamente y con baja densidad poblacional – son especialmente complejas de resolver. Si bien mejoramos el sueldo mínimo, aún tenemos pendiente mejorar las pensiones, para lo cual es fundamental llegar a un amplio acuerdo nacional para un nuevo sistema de pensiones, que reivindique el valor y dignidad de los actuales y futuros adultos mayores. Ante esta realidad, aplaudimos el aumento del 8% en el presupuesto de salud, que mejorará la atención en nuestros consultorios, junto con la línea del Copago Cero que ha asegurado la gratuidad en el Sistema Público de Salud. Y por cierto, que valoramos la entrega, durante este año, de viviendas sociales en Chañaral, a las que se sumarán las de Diego de Almagro, en un histórico esfuerzo del estado, que hace mucho tiempo no veíamos en este lado del desierto de Atacama, en beneficio de tantos y tantas.