“Atacama no vivió un simple temblor el día 6 de junio. Vivimos un sismo fuerte de magnitud 6,4 que todos sentimos como un verdadero terremoto. Los daños están a la vista, fachadas caídas, ventanales rotos, rodados en las rutas, afectando el puente Kennedy, una de las principales vías de ingreso a Copiapó, y también la caída de la cruz de la iglesia de San Francisco, por nombrar algunas. Además, hay familias con daños en sus viviendas, que hoy están con miedo, esperando ayuda, y sin respuesta clara. A mi parecer, es muy extraño, que pese a todo esto, la mayoría de los medios nacionales apenas hablan del tema. Una vez más sentimos que Atacama está abandonada por el nivel central. Por eso, solicito que se decrete estado de catástrofe para la región de Atacama, porque es la forma más rápida y directa de liberar recursos, sin burocracia, sin demoras, y porque la situación en la región de Atacama es inesperada”.